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Arquitectos: EstudioReciente
- Área: 70 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Germán Saíz
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda se encuentra situada en el tercer piso de un edificio singular construido en 1927 por el arquitecto Luis Ferrero. En chaflán y con 5 balcones a la calle, la vivienda se distribuía en 2 pequeñas habitaciones, comedor, sala de estar, cocina y baño. En contraposición al etilo regionalista de la fachada del edificio, la inspiración para el proyecto de interior fue la Sonneveld House (Rottherdam 1930), por el uso del color y los materiales en las diferentes estancias. La nueva distribución tiene como objetivo dar prioridad a los espacios con una función claramente social, uniendo comedor, salón y cocina en una única estancia de 45m2. Este espacio se caracteriza por ser el único cuyas paredes tienen una base neutra de color beige claro. Para el suelo se opta por un mortero de cal en base verde. Este suelo junto con los pilares metálicos, la cortina de separación y parte del mobiliario consiguen generan un espacio dinámico donde el color se presenta con fuerza, pero sólo de manera puntual.
Destaca en este espacio la integración de la cocina. La cual está muy presente, pero queda parcialmente oculta tras un tótem de espejo que alberga los muebles altos como la nevera, el horno y la despensa. Este elemento ayuda también a ocultar los fogones y el fregadero para que no sean visibles desde el salón . Se genera una doble circulación que permite que la cocina esté funcionalmente integrada con el salón comedor, pero sólo veamos de ella lo que nos interesa. Aprovechando la altura libre de 2,8m, y para crear una mayor sensación de amplitud, el baño junto con el almacenaje de la entrada se soluciona dentro de un volumen de menor altura. La materialidad de este nuevo volumen interactúa con el salón y con la cocina. El panelado, en madera de cerezo, oculta el acceso al baño y las puertas de dos armarios. El baño se distribuye de manera que el inodoro y la ducha queden casi ocultos del lavabo, permitiendo así su uso simultaneo. Este espacio se concibe en un azul con base verde en la misma tonalidad que el verde intenso de la entrada con el que se relaciona directamente. Jugando con las diferentes relaciones de color entre las estancias, el techo es del mismo color que las paredes de la habitación, pero en acabado alto brillo lo que genera una interesante interacción con la luz natural que viene de la gran ventana a patio.
Por último, la habitación, el espacio más cálido y acogedor de la casa, es donde el uso del color se vuelve protagonista. En este espacio refugio, el color azul de la moqueta del suelo, se empasta con el verde de los armarios a medida, el terracota de la ropa de cama y el granate de las mesillas de noche. Gracias al color cálido de las paredes y el uso de luz indirecta se consigue una sensación de continuidad que ayuda al descanso.